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El tiempo se detuvo para mí pero no para los demás

"¿El tiempo no se detuvo cuando decidí irme? Se detuvo para mí pero no para los demás." Esta frase es de uno de mis libros (Nieblas del Pasado 2) en donde la protagonista había tenido un problema con su marido y entonces pensando sólo en ella y en su desesperación se aleja de su entorno montando a caballo, tiene un pequeño accidente, la dan por desaparecida, comienza su búsqueda pero al regresar a su hogar ella no imagina lo que iba a encontrar, el dolor que sólo una madre puede sentir entonces comienza a culparse por no haberse quedado y estar con su hijo cuando debió estarlo. Es una escena dramática del libro y antes de escribir esta entrada recordé la frase del principio porque me sentí identificada con dicha frase y paso a contarles el porqué.
Cuando salí de Tegucigalpa traté de no mirar hacia atrás, cuando decidí mudarme apelé a todas mis fuerzas para no flaquear. Muchas cosas se agolparon en mi cabeza durante el tiempo que me llevó empacar todo, el proceso de antes y después fue difícil, miraba el desorden y exhalaba (evitando llorar) ¿estaré haciendo lo correcto? fue la primera pregunta que me asaltó, ¿me estaré equivocando? rogué en mis adentros a que Dios me diera una señal para saber si lo que hacía estaba bien o mal, no sólo se trataba de mí sino de otras personas que también dependen de mí y quienes fueron las primeras en saber lo que había decidido, lo que ellas pensaban y querían, su opinión también debía respetarla. Aún en la última hora en la que el camión de la mudanza que había contratado me queda mal (les juro que casi me da un soponcio bien dado en ese momento) ni aun así sentí que Dios me soltó, sólo me probó, hice una "llamada de fe" y en esa última hora se me puso a la orden otro camión de mudanza que en ese mismo momento (en el que para colmo se va la luz porque era de noche) el conductor llegó a donde vivía yo para hacer una evaluación rápida de mi contenido y decirme qué tipo de camión ocuparía y por ende el precio. Fue en ese momento cuando cerré trato y a pocas horas de salir pensé para mí misma "esto debe de ser cosa de Dios" y una tía que estaba conmigo ayudándome me mira con asombro y me dice "Definitivamente Dios está con vos" pero para dar sentido a la frase con la que abro este artículo mi sentir es al "después" de mi éxodo personal.
Pasé un mes exacto aislada del mundo, completamente, de hecho le di tiempo hasta a la compu que la vine a encender una semana después cuando la instalé por completo. Aclaro que no soy asidua de noticieros, conozco algunos de mi país y los miraba hace como diez años atrás pero desde que decidí volcarme a la escritura los eliminé de mi lista de "programación habitual" porque no es programación sana "para mí" entonces desde que me dedico a mis libros empecé a desconectarme de la realidad de mi país para evitar bloqueos de escritor, es por eso que al mudarme no me dio ni frío ni calor. Como les dije un mes exacto aislada del mundo, ni radio, ni periódico y menos televisión, (lo único fueron mis películas en DVD y la música en mi equipo de sonido) pero nada más. ¿Que se siente? les digo que es sano, aquí se aplica ese dicho que dice "ojos que no ven, corazón que no siente" (ni me pregunten sobre los partidos del mundial porque por desgracia me los perdí todos de principio a fin) pero no todo es para siempre, así que al segundo mes de la mudanza decido comprar al menos una o dos veces por semana el periódico y la intranquilidad comienza a dar leves toquecitos, no me gustaba lo que leía, le conecto los audífonos al celular y busco las frecuencias de las radios de noticias, encuentro dos de las más famosas y las memorizo en el móvil. Luego como prueba me hice una rutina con esto: sintonizaba las noticias a las seis de la mañana hasta las siete y treinta más o menos, luego a las dos de la tarde hasta las cuatro y por último a las diez de la noche hasta las once, en ese ritmo de lunes a viernes. ¿Qué pasó? que comencé a sentirme rara y la tranquilidad que había logrado adquirir estaba tambaleándose, conocer la triste realidad que rodea al país es para deprimirse, terminar de darme cuenta que mi capital es una de las ciudades más violentas me entristece y aún más; escuchar eso de muertos por aquí, asaltos por allá, accidentes por allá me aterroriza y encrispa los pelos. No, no es ninguna novedad pero para mí que había decidido alejar los medios noticiosos de mi rutina es como un balde de agua fría, siento como si hubiese dormido siglos y despertar en un horrible y distópico mundo del cual me quiero largar ya, para regresar a Narnia o a la Comarca, o sea necesito volver a mi tranquilidad y a tener mi mente despejada como la había tenido desde hace unos siete años atrás, pero aquí no acaba el asunto, no. Ahora que ya tengo cable e internet mi mamá quiere pasar con las noticias 24/7 y yo ya le puse un alto por la salud emocional tanto de ella como de la mía propia. Es sólo de lunes a viernes, la escucha en la mañana, mira un rato tele por la tarde y luego otro poco por la noche y ya a las diez nos quedamos con la radio otra vez porque este noticiero si me llama la atención una; porque trata de la capital y dos porque es más que todo un programa analítico y me gusta cómo tratan los temas, sin embargo ¿a dónde quiero llegar con este monólogo? a que me fui, estuve tres meses incomunicada y ahora que regreso como dije es como si despertara en un caos. Me duele ver a mi Tegucigalpa desde otra perspectiva, ya no cómo protagonista sino como espectadora, como alguien que se sienta en la gradería de un estadio para ver un partido y suda grueso los nervios por la tensión que tiene al mirar, así me siento y ahora todos los días. El no vivir allá ahora me obliga a ver las noticias para saber qué pasa allá y duele ver como este país está sangrando por todos lados, no, no soy ajena a los temas es sólo que no opino abiertamente pero me duele, si me duele mi ciudad, me duele mi país. Es triste la situación y no, no se puede tapar el sol con un dedo, no se puede ser indiferente, hay hambre, dolor, indiferencia, y toda situación pre-apocalíptica que se puedan imaginar porque esa es la realidad. Yo salí de Tegucigalpa en un éxodo personal, busqué sanar heridas y tener tranquilidad emocional, pasé un mes de relaciones sentimentales con el mar, sí, sólo él y yo, casi todos los días, quise desconectarme de todo y por un momento lo logré pero no todo es para siempre y el mundo real es otro, se vive en él y de la misma forma se debe afrontar. Como dije ahora veo a Tegucigalpa desde las graderías y me aterra pensar que debo visitarla, en mi vida hay un antes y un después y todo ese "después" no le debe dar cabida al "antes" para poder avanzar, es por eso que siento que logré detener el tiempo para mí, me desconecté de todo pero por desgracia el tiempo siguió avanzando a ritmo vertiginoso para los demás y ahora siento que es mes difícil seguirle el paso. Me detuve a observar el paisaje y me separé del grupo, ahora debo avanzar para alcanzarlos pero lo haré a mi ritmo y con calma, debo involucrarme pero lo haré a mi manera porque sigo siendo yo, una persona nueva que nació hace más o menos siete años y de esta misma manera lo seguiré siendo, veré las cosas y veré el mundo como lo que soy, le guste a quien le guste.

Comentarios

  1. Hiciste lo mejor. No creas que Panamà anda mejor, la seguridad en cero , los periodicos y radios hablando de muertos, robos, ajustes de cuentas, femicidios e infanticidios, por que ni los niños ya respetan. Violaciones, tanto de mujeres como de niñas que aun no entran en adolescencia, unas por necesidad y otras por que estaban en el lugar equivocado a la hora equivocada. Corrupcion gubernamental generalizada, acusaciones, gritos, descalificaciones, gente que sin conocerte te desea lo peor y busca la manera de que sus deseos y maldiciones se cumplan. Ya estoy pensando comprarme una pistola electrica (tazer) para sentirme segura cuando salgo, por que ahora estoy sola con mamà y me preocupa salir y encontrarme con una mala hora cuando menos uno espera solo por que caiste mal a determinada persona que no sabe ni quiere aprender a convivir consigo misma y sus demonios interiores. Ojala pudiera irme al interior pero alla la cosa no anda mejor... menos con el mal tiempo que hay. Lo unico que hago es no escuchar noticieros, aunque no puedo hacer mucho por que mamà los escucha. Y los programas de opinion no son objetivos sino que predican odio y violencia, contra todos, nadie se salva, ni los chiquillos. Y si una como mujer se queja, te llaman perra, zorra, gata, y hasta son descarados que si necesitas quien te calme los fuegos intimos.... como si sirvieran para clavar un clavo para colocar un simple cuadro, te dan el celular para que les llames. Por eso voy a comprarme una tazer. Es mas factible que una con balas de verdad....por que esa no perdona en manos de una mujer acorralada.

    Estoy volcada en ayudar a mi madre en las tareas del hogar, escribir algo cuando puedo y pintar para desestresarme. Escuchar a Yanni, Di Blasio, o cuando estoy demasiado sobre cargada, cantos gregorianos, musica sacra y ver pèliculas y series antiguas de las que me gustaban como Viaje al Fondo del Mar y Hawai 5-0 la original. Eso me relaja y me ayuda a salir del pozo de dolor en que estoy por mi abuela. Y te juro, que ni eso entienden , amix. Las cenizas de mi abuela aun no se han ni enfriado y ya quieren que corra a malcasarme o maljuntarme con el pretexto de que en cualquier momento mamà puede morir y que me quedarè sola. Mas sola estare con un hombre que no amo y con el que tengo sexo por obligacion y compromiso.... Por eso te digo, que me gustaria irme a un lugar como Bocas del Toro o Boquete en Chiriqui, donde todo es tranquilo. Pero no se puede. Hay que trabajar por que una no es rica, y hay que pagar las cuentas.

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    1. Mi querida Ale, gracias por comentar, sí la verdad que la situación de los países es un serio problema, a mí me da hasta escalofríos oír que pasó esto o lo otro y te entiendo, las mamás son las que quieren pasar con las noticias todo el día pero no es sano y eso me lo aconsejó una psicóloga que trabaja para el Ministerio de Educación y menos donde hay niños, es aquí donde se deben evitar más, ¿te imaginas cómo viven los periodistas? Yo imagino que ni duermen, estar en lugares y presenciar ciertas cosas... la verdad es que es una carrera que se debe estudiar por don, como la medicina. Lamento también la situación de Panamá, esto ya es a nivel mundial y no queda de otra más que encomendarse a Dios cada día pero cuando decidas hacer un cambio a tu vida vete a un lugar menos vertiginoso y verás la diferencia. A veces es mejor no saber las cosas pero por desgracia tampoco se puede vivir siendo ajenos todo el tiempo, nada más que es mejor medirse en cuanto a los noticieros. Estamos en tiempos en donde un breve momento de tranquilidad se agradece, hay que buscarlo y tratar de retenerlo cuando se encuentra.
      Abrazos!!

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