Miedo, ansiedad, incertidumbre, histeria... Así comienza a vivirse en Honduras un nuevo proceso electoral que dado el antecedente del 2017, dichas secuelas parecen provocar delirios de persecución, no solo a los mismos políticos sino también a la ciudadanía en general cuyo temor se ha instalado por la idea de que vuelva a pasar lo mismo y las reservas por ir a ejercer el sufragio son latentes.
Y es que por desgracia la búsqueda por hacerse del poder ya no es solo entre los dos partidos más fuertes, el Nacional (azul) y el Liberal (rojo) sino que a esto se suma un partido de izquierda y por ende, comunista, creado por un expresidente que por tener vínculos con el régimen chavista sufrió golpe de Estado años atrás. ¿Que habrá detrás de todo eso? Lo cierto es que este es el meollo del asunto, ya que viendo los ejemplos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, es obvio que no se quiere que Honduras caiga en el mismo abismo, porque, aunque esta gente pinta todo bonito y se sabe que la realidad será otra, salir de Guate-mala para entrar a Guate-peor no parece una opción. ¿Pueden algunos hondureños entender esto? Parece que no.
"No hay peor ciego que el que no quiere ver" reza un popular dicho y esto es lo que pasa en Honduras donde las personas se olvidan que todos somos ciudadanos y les puede más la ideología, misma que ha provocado un abismo de separación, llenando el corazón de egoísmo y ambición y jalar cada quien "agua para su molino" arropándose con el orgullo de su partido y no con la bandera única que nos representa e identifica.
"Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro la enfermedad es casi incurable" decía Voltaire y esto es lo que pasa con la gente metida en política y los seguidores, simpatizantes de X o Y "líder" que mientras siga bajando la luna y las estrellas, tendrá a cuanto tonto quiera. "Maldito el hombre que confía en el hombre" dice la Biblia y ante esto no hay más que agregar.
Ver las noticias (aparte de mantenerse informado) también aumenta más la histeria, menguando la tranquilidad que se desea tener porque hay dos bandos; los que deseamos que existan elecciones limpias y pacíficas y que el ganador no se jacte y el perdedor sepa aceptar y reconocer la voluntad de los votantes y están los otros, que ya están amenazando -con la excusa del fraude- con volver a "incendiar" el país como pasó en el 2017, por lo que los negocios, por miedo, ya están tomando sus medidas y tratando de "blindarlos" debido a esto y las personas se han alocado a los súpermercados a llevarse todo lo que encuentren en exceso como si el mundo fuera a acabarse ya, a esta situación se reduce el pánico que la población tiene. Desde la empresa privada, grande, mediana y pequeña se está haciendo el llamado a la paz para evitar que hayan turbas que se tomen las calles y saqueos en los comercios que con tanto esfuerzo, después del terrible año de encierro y pandemia, ahora intentan levantarse. ¿Quién puede evitar esto? Solamente Dios en primer lugar y en segundo, los mismos líderes políticos que deben llamar a su gente al orden y al voto en paz, es una fiesta cívica y democrática y no queremos que esto termine en odio, sangre y muerte.
En lo personal soy apolítica, mis propios parientes divididos por colores me hartaron con esto desde pequeña, sin embargo, es mi deber ir a las urnas y ejercer el sufragio, votando no por un color, sino por querer el bienestar y progreso de mi país y evitar que alguien inferior a mí me gobierne. Yo nunca he votado por X o Y persona, no me dejó llevar por palabrerías ni por el escándalo, ni por promesas que nunca cumplen, yo voto por mi Honduras, mi bandera es la de cinco estrellas y por eso es que me atreveré a ir a las urnas como ciudadana habilitada.
Distintas organizaciones y personas naturales hacemos el llamado a la paz, ni tu partido político, ni tu líder merecen tus heridas, tu sangre, tu muerte. "El muerto al hoyo y el vivo al gozo" así de simple. Piensa en tu voto, analízalo, vota por el bien, vota por una vida mejor, vota por la tranquilidad de tu familia, recuerda que serán cuatro años más y en algunos casos, los que hablan de dictaduras terminan también siendo dictadores.
Por nuestras familias, por Honduras, por nosotros mismos votemos en paz, eligiendo bien.
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