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Ser escritor; una carrera incomprendida


Quienes tenemos como oficio el arte de escribir, sea por compromiso o por gusto, sea artículos o narrativa, sea para un medio de comunicación o por simple obsesión de escribir libros, como sea sabemos que hay precios a pagar y más si se desea vivir de la escritura, lo cual es el sueño de quienes nos dedicamos a las letras. Sin embargo dentro del “pago de precios” no sólo incluye las horas que le restas a otras actividades por estar tecleando frente a un monitor sino algo más; las “machacadas” que te pasan dando amigos o parientes simplemente porque NO creen que trabajas.

Y es que no es lo mismo leerlo como un artículo que sirva de reflexión a vivir las situaciones en carne propia y hablar sobre la experiencia.
En lo personal el 2018 fue un año tenso para mí al grado de provocarme una mudanza, misma que ocasionó el que me frenara en mi ritmo habitual de escritura, no por algún bloqueo sino por varios factores como el cambio drástico de ambiente que me mantuvo casi tres meses sin sistema de cable e internet por mientras me adaptaba (económicamente) a la situación, pero se logró salir a flote y logré volver a mi vida en la red (ya saben, la presencia en la red del escritor es esencial) sin embargo como uno nunca espera las cosas y muchas veces caen como esa tormenta que llega sin avisar, el 2019 en el que tenía muchos propósitos y metas que cumplir me da con un mazo de cavernícola a finales de Abril y me quedé sin CPU. (Esa tarde creí morirme del dolor que sentí) Comencé el proceso de recuperarme y pensar con claridad porque no podía quedarme con los brazos cruzados y lo primero era conseguir un servicio técnico que me dijera lo que había pasado. (Tengan en cuenta que toda la información estaba ahí y temía haberla perdido) Lo primero fue hablar y comenzar a tocar puertas. Por fortuna no imaginé que un vecino sabía de computación y él me logró “arrancar” un momento la máquina, me dijo que aprovechara sacar en una memoria la información más importante porque el CPU mostraba un problema técnico severo y debía aprovechar ese momento. Como sea fue una luz e hice lo que me dijo, la información estaba intacta y sentí que la vida me volvía. Sin embargo debí llevar el aparato a un servicio técnico en donde me lo tuvieron mes y medio (lapso en el que viví un tiempo difícil por lo que conllevó, la incomprensión de una persona que no quiso hacerme una espera monetaria y con quien tuve un serio problema porque mi prioridad era mi máquina) Mes y medio después me dice el técnico que el problema del CPU era la placa y que él me recomendaba hacerme de otro aparato porque el costo era casi igual y era mejor invertir en algo nuevo y mejor. Fue un sacrificio hacerme de otro CPU porque sólo yo sé lo que me costó, por desgracia uno no busca pasar por malos momentos, son esos que no comprenden los que se pintan solos para fregar la existencia del prójimo. Iniciando Julio tengo por fin otro CPU (no nuevo del todo) y los siguientes meses logré trabajar nuevamente y retomar el ritmo para ponerme al día, sin embargo luego de tres meses comienza a molestar el Windows 7 que tenía y yo a fastidiarme otra vez, ya había recibido un email diciendo lo que iba a pasar en Enero del 2020 con respecto al Windows así como no podía trabajar en una máquina que a cada rato me sacaba y me mostraba la fatídica “página azul” tuve que volver al servicio técnico y solicitar el cambio del Windows 7 al 10, para colmo me entero que la garantía del aparato era sólo por tres meses y que el costo del Windows me valdría alrededor de $50.00 volví a molestarme porque obvio no contaba con ese problema, ¿otro? Ni modo, cuando me entregan el aparato resulta que en los primeros días vuelve al mismo problema, se reiniciaba solo, me mostraba la pantalla azul y esta vez para colmo agregaba que el problema era del Windows y lo creo porque intenté instalar algunos programas y no me dejaba y cuando lo consulté con una colega escritora ella me cuenta que vivió el mismo problema y que eso pasaba porque no eran compatibles al Windows o que el mismo Windows ya presentaba algún problema como ser pirata o estar por caducar o cosas así. El caso es que por ese motivo tuve que terminar de sacar la información de la máquina y llevar de nuevo el aparato al técnico. Eso pasó el 22 de Noviembre y otro calvario para mí comenzó porque jamás me imaginé que se tardaran tanto. Simplemente no se le encontraba el problema, de hecho tenía otro disco adicional y tuvieron que sacarlo porque según, que estaba dañado y podía dañar el otro, en fin, vacaciones escolares que pude haber aprovechado al máximo no lo hice, no es suficiente escribir en papel cuando todo lo debes pasar al Word y el trabajo volvió a acumularse y peor aún, cuando al móvil también le da el soponcio y adiós a la comunicación. No me pregunten cómo pasé navidad, cumpleaños y año nuevo, estar completamente desconectado es horrible, de hecho me di cuenta que hasta los “cyber” han desaparecido pero me daba igual porque no soy partidaria de ir a meterme a mis redes desde otra computadora. Para colmo intenté conseguir un crédito en una tienda y hacerme de una laptop y no la pasé bien, recibí una humillación por ser escritora, sí, así como lo están leyendo, así que todo “freelance” o alguien que viva de alguna pensión, aunque justifique sus ingresos no tendrán ninguna oportunidad para conseguir crédito, lástima, ni loca recomendaré esa tienda porque conmigo perdieron un cliente, fui yo la que me sentí engañada, defraudada, decepcionada, ojo con algunas promo, las mentirosas son las tiendas y cuando se les hace el reclamo ellos se ofenden.
En fin, volviendo al tema del escritor, es por eso que llevan una vida solitaria, son los seres más incomprendidos, unos más que otros, que bueno por quienes tienen el apoyo de su familia y los amigos los aceptan porque yo no puedo decir lo mismo. De hecho tengo una parienta que parece que me odia más desde que me dedico a esto, ella me recuerda una frase que dijo Luis Miguel en la serie. “Pueden pasar toda su pinche vida y jamás van a dejar de joder” o algo así, el caso es que se me quedó esa frase porque es lo mismo que pienso y es que este tipo de gente es así, viven queriendo llevarle la vida a los demás y tienen una lengua de serpiente que las hace escupir su veneno porque si no se ahogan en él y mejor se lo lanzan a alguien más, lo que esta persona no se imagina es que el día menos pensado la enfrentaré porque ya me tiene cansada.
Ese ha sido parte de mi camino en la carrera de escritura, nadie entenderá lo importante que es para mí una computadora y sus programas cuando debes no sólo escribir sino editar, diseñar, maquetar y promocionar, nadie entenderá que el escribir es parte esencial de mí, nadie entenderá que es mi fuente de trabajo porque sí, es mi trabajo le gusta a quien le guste y le pese a quien le pese. Tengo una agenda que debo llevar a rajatabla entre otras actividades los siete días de la semana y cumplirla entre las cinco de la mañana y las diez de la noche. Me quedaré con quien lo entienda como mi madre querida, los demás pues que no estorben, ya no permitiré que estén en el umbral de mi puerta, o están dentro o están afuera pero no estorbando. Por desgracia cuando el mundo te demuestra ser egoísta solo te queda afrontarlo de igual manera, porque sí, quienes nos dedicamos a esto tenemos que soportar muchas cosas y más si lo hacemos desde casa, como lo escribió hace un tiempo la colega de letras Stefanía Gil, artículo que te invito a leer.
Por los momentos el CPU sigue en prueba, veremos qué resulta, lo que si aconsejo luego de esta experiencia es no guardar nada en el disco, apóyate de memorias USB o de discos externos o de las nubes en la red como lo hacen algunos pero no en la máquina porque por estos sustos puedes perder todo y desear morirte.
Estos son los “gajes del oficio” el ser escritor es una carrera cuesta arriba para quien las cosas no le resultan fáciles y más cuando nadie entiende lo que haces, pero el que persevera alcanza dice el dicho, Dios aprieta pero no ahorca, (aunque a veces si ahorca bien fuerte)
¿Vives algún tipo de incomprensión siendo escritor?
Me gustaría saber.
Y para que conozcas algo más de mi “calvario personal” te invito a leer esta entrevista que me hizo la colega de letras Kassfinol allá por el mes de Octubre y con la que empezó el 2020.

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