"¿Qué hacer cuando no hay opción? ¿Qué hacer cuando llegas a un callejón sin salida?" Escribí esas interrogantes esos días luego de mi mudanza como les conté en el post anterior . Y es que dejar Tegucigalpa no fue nada fácil como tampoco lo es una mudanza, no se trata de que cogí mis maletas y me largué a la chingada porque se me dio mi real gana como creen algunos familiares, jamás se me cruzó por la cabeza irme de la ciudad capital tan de repente porque -aún- tengo muchos pendientes, demasiados y eso me tenía atada ¿pero y si mis recursos se agotaron allá? ¿La culpa es mía cuando Dios es testigo que dejé mis fuerzas hasta el último momento? Les comparto otro fragmento de lo que escribí: "Tomar decisiones no es cosa fácil y las mudanzas menos, he vivido errante, sin ser ni de aquí ni de allá como decía la querida India María y aún a pesar de eso no me acostumbro, espero en Dios llegue el día en que nunca más me mude y pueda asentarme ya definitivamente en un lugar en d...